Acceso a la Vivienda para la Comunidad LGBT+ en México
¡Hablemos de la comunidad LGBTQ+ y el acceso a la vivienda!

Puedes ver el video aquí.

Hoy se celebra el Día Internacional del Orgullo y definitivamente es un buen día para hablar del acceso a la vivienda por parte de la comunidad LGBTQ+. Y es que, por increíble que parezca, en pleno 2024 la comunidad sigue enfrentándose a serias dificultades para acceder a una vivienda, ya sea en renta o venta, debido a su orientación sexual o identidad de género.

Problema de Acceso a la Vivienda en México

El problema de acceso a la vivienda en México no es una novedad, sin embargo, es una situación que apenas está tomando visibilidad. No es lo mismo inventario inmobiliario que acceso a la vivienda, pero de eso hablaremos en otro video. Si un porcentaje muy alto de la población en México no cuenta actualmente con acceso a vivienda digna, ahora imagina pertenecer a una minoría que ha sido discriminada en diversos ámbitos.

Datos y Estadísticas

Vámonos a los datos. Según la Encuesta Nacional sobre la Discriminación de 2022 (ENADIS), que evalúa a diferentes grupos vulnerables como los pueblos indígenas, las poblaciones afromexicanas, personas con discapacidad, migrantes, adultos mayores, mujeres y personas de diferentes orientaciones sexuales, el 37.3% de la población con diversidad sexual y/o de género manifestó haber sido víctima de algún tipo de discriminación. Como dato adicional, Yucatán fue la entidad con mayor índice de discriminación.

Ahora, ¡a lo que te traje Chencha! Según la misma encuesta, el 20.9% de la población refirió la negación injustificada para recibir créditos de vivienda, préstamos o tarjetas.

Desafíos Profundos

Pero el tema es mucho más profundo. Si bien ha habido avances en favor de la comunidad sexogenérica, también se siguen enfrentando muchos otros desafíos, como la discriminación derivada de la apariencia física, lo cual nos pone en la mesa específicamente a la comunidad TRANS. México es el segundo país más peligroso por la violencia en contra de esta comunidad. Según el World Habitat Report, alrededor del 25% de esta población ha sufrido “sinhogarismo” en algún momento de sus vidas, principalmente porque huyen o son expulsados de sus hogares nucleares debido a, ¡adivinaste!, su orientación sexual, identidad y/o de género.

El mismo reporte de ONU-Hábitat indica que entre el 20-40% de la población en condición de calle es parte de la comunidad sexodivergente. ¿Alarmante, no?

Percepciones y Realidad

Las encuestas también reflejan un ambiente hostil. Según datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), el 64.4% de las personas encuestadas considera que no es justificable que dos personas del mismo sexo vivan juntas como pareja. Además, el 35% de los encuestados no le rentaría un cuarto en su casa a una persona gay o lesbiana.

Situación Antes y Después de la Pandemia

Hasta antes de la pandemia, la comunidad LGBTQ+ tenía garantizado el acceso igualitario a la vivienda. Junto con otros grupos vulnerables, esta población, aunque cuenta con empleos o negocios, no tiene seguridad social ni acceso a créditos hipotecarios como el Infonavit y Fovissste. Tampoco tiene acceso a la banca, donde los requisitos son difíciles de cumplir, por lo que una de sus principales preocupaciones ha sido cómo adquirir una casa.

Y aunque desde 2021 Infonavit refrendó el derecho a la vivienda, hace apenas unas semanas, empleados de la misma institución destrozaron una bandera LGBT por estar en desacuerdo.

Alternativas y Soluciones

Actualmente, existe al menos una Cooperativa de Vivienda, Xochiquetzalli, la primera en México y la segunda en Latinoamérica, que ofrece una alternativa a este problema. La idea del organismo es que los, las y les integrantes, de forma comunitaria, puedan adquirir un terreno y construir viviendas pagadas entre todos, todas y todes, a través de recursos propios, donaciones y ayuda gubernamental. Es decir, entre las personas que lo integran comprarán y construirán los inmuebles (si es casa o departamento depende del espacio que tengan), por lo que al final, aunque cada quién viva en su unidad, el proyecto le pertenecerá a la Cooperativa entera.

Conclusión

Si has llegado hasta aquí, ¡gracias! Si eres un propietario buscando rentar o vender tu propiedad, o un prestador de servicios en la industria, recuerda que negar o condicionar los derechos de las personas por su orientación sexual y expresión de género es discriminación y tiene consecuencias. Seamos más humanos y más empáticos.

¿Y tú? ¿Has tenido dificultades para acceder a la vivienda debido a tu orientación sexual?

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