¿Por qué mi predial sigue a nombre del dueño anterior?
Si compraste recientemente una propiedad y como buen ciudadano responsable pagaste tu predial, es posible que hayas notado que sigue saliendo a nombre del propietario anterior; ya sea una persona o incluso la constructora, en el caso de propiedades nuevas. Y tengo noticias muy malas para ti, si este es el caso.
Bueno, en realidad, no. Solo es bait para que sigas leyendo.
Resulta que, una vez que has firmado “la escritura” de tu nueva casa, depa, terreno o lo que sea, en la notaría; el notario debe llevar el expediente completo al Registro Público de la Propiedad y del Comercio de la entidad federativa en la que se encuentre la propiedad que acabas de adquirir para inscribir la operación que se realizó. Es decir, para que se “registre” la compra de ese inmueble ante el Estado. Usualmente, este proceso puede tomar alrededor tres meses, aunque en algunos estados estos tiempos pueden variar e incluso duplicarse.
Una vez que tu “escritura” ha sido debidamente inscrita en el mencionado RPP, entonces, el notario deberá notificarte para que pases a recoger tu testimonio (sí, así se llama la “escritura”) a sus oficinas. Seamos honestos, lo mas probable es que le notario o el abogado que haya llevado tu proceso nunca te llama, así que deberás ser tú quien se encargue de darle seguimiento, una vez pasado el tiempo estipulado previamente.
Es en este punto, en donde deberás verificar que te entreguen todos los documentos de los que te hablé antes en esta otra entrada de blog, incluyendo la Boleta de Inscripción en el Registro. Una vez habiendo completado esto, ante el Estado, la propiedad ya está a tu nombre.
Entonces, ¿por qué mi predial sigue a nombre del dueño anterior?
Veamos, el impuesto predial es un tributo que se aplica a la propiedad inmobiliaria, ya sea terrenos o edificaciones. Los propietarios de bienes raíces están obligados a pagar este impuesto anualmente al gobierno local o municipal. La cantidad del impuesto se determina generalmente en función del valor catastral de la propiedad, que puede ser evaluado por la administración tributaria local. Su objetivo principal es recaudar fondos para financiar los servicios públicos locales y las infraestructuras municipales, como vialidades, alumbrado público, recolección de basura, entre otros, dependiendo del municipio en el que se encuentre tu propiedad.
Su recaudación y administración está a cargo de los municipios. Es decir, cada alcaldía o gobierno municipal, deberá encargarse de gestionar y cobrar el impuesto predial de los inmuebles dentro de su demarcación territorial, es decir, su registro catastral; a cargo de, como seguramente puedes definirlo, la Dirección Municipal de Catastro. Tranquilo, nos estamos acercando a la respuesta. ¡Sigue leyendo!
Hasta aquí, hemos hablado de dos dependencias de Gobierno involucradas, de una u otra forma, en el cambio de nombre de tu propiedad: el Registro Público de la Propiedad, a nivel estatal y la Dirección de Catastro, a nivel municipal. Y sí, aunque no lo creas, no están intercomunicadas. Entonces, aunque en el RPP la propiedad ya esté a tu nombre y todo esté legalmente listo, hay que hacer la actualización en Catastro, pues no se hace de manera automática.
En algunas ocasiones, el notario (o personal de su oficina) lo realiza por ti. En algunas ocasiones, dije. Lo más probable, es que debas realizarlo personalmente, una vez que hayas recibido tu testimonio debidamente inscrito en el Registro Público de la Propiedad. Los requisitos, tiempos de resolución y procesos dependerán mucho de la municipalidad en la que se encuentre tu propiedad, pero, en general son trámites muy sencillos y de muy bajo o nulo costo.
Los requisitos más comunes (y probables) son los siguientes:
- Testimonio (o escritura pública)
- Recibo de pago del impuesto predial
- Comprobante de pago del ISABI (Impuesto Sobre Adquisición de Bienes Inmuebles)
- Boleta de Inscripción en el Registro Público de la Propiedad
Con estos documentos, acude a la oficina de Catastro de tu localidad y solicita el “Cambio de Propietario” et voilà, tu próximo predial ya estará a tu nombre.
Como siempre, espero que esta información te haya sido de utilidad y me cuentes si lograste realizar el trámite sin complicaciones.
¡Hasta la próxima!